Resumen: La muerte súbita cardíaca en la miocardiopatía dilatada continúa siendo un problema clínico de gran relevancia debido a las limitaciones de los predictores clásicos como la FEVI. La resonancia magnética cardíaca, mediante la detección de fibrosis, ha emergido como el marcador más robusto de riesgo, mientras que determinadas mutaciones genéticas (LMNA, FLNC, RBM20, PLN) identifican subgrupos con riesgo particularmente elevado de eventos arrítmicos. Los hallazgos electrocardiográficos y el remodelado inverso aportan valor añadido cuando se integran en modelos multiparamétricos, que han demostrado una capacidad discriminativa superior a la FEVI aislada. El futuro inmediato pasa por validar e implementar estos modelos, consolidando una estratificación personalizada que permita optimizar la indicación de DAI y mejorar la prevención de la MSC en MCD.