Resumen: La cama en las granjas de vacas lecheras es un elemento fundamental para el mantenimiento del bienestar animal y conseguir una rentabilidad adecuada. Existen diversos tipos de instalaciones y materiales que pueden componer la cama. Comúnmente y por tradición se usa la paja, pero hoy en día se está generalizando el uso de nuevos materiales como la arena, el estiércol reciclado, la viruta, el Miscanthus, el cáñamo o el lino. Este estudio tiene como objetivo principal valorar los materiales más empleados en las camas de ganado vacuno lechero en función de sus características, ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos a fin de proponer el material más adecuado para cada granja. Este trabajo ha tomado en consideración la información proporcionada por diversos trabajos científicos y las experiencias de los profesionales del sector. La opinión de los ganaderos fue recogida mediante un cuestionario respondido por 87 granjeros y visitas a cuatro granjas. Las granjas de vacuno lechero utilizan dos grandes tipos de instalaciones para el descanso de las vacas: los cubículos y las camas calientes. Los cubículos ahorran espacio y los animales están más limpios, pero la cama caliente resulta más confortable y su manejo posterior como estiércol resulta más sencillo. Los 5 materiales de cama más comunes son la paja, la arena, la viruta, el Miscanthus y el estiércol reciclado. En su evaluación se han considerado aspectos tales como su disponibilidad, el mantenimiento de la cama, el contenido en materia seca, el bienestar y la sanidad de los animales, y el precio. La paja destaca por su alta disponibilidad, bajo precio y confort, pero presenta mayores recuentos microbianos y precisa de mayor mantenimiento. La arena es un material asequible, se emplea en cubículos, proporciona un ambiente seco y menor carga microbiana. La viruta/serrín tiene una elevada capacidad de absorción de agua, resulta confortable para los animales, pero su disponibilidad queda reducida a determinadas regiones. El Miscanthus es una planta cultivada que proporciona confort e higiene a los animales. El estiércol reciclado es menos atractivo, por su mayor carga bacteriana y mantenimiento diario, pero presenta una elevada disponibilidad. Los ganaderos que respondieron a la encuesta utilizaban, en similar proporción, el sistema de cubículos y el de cama caliente. Las granjas con mayor censo, preferían los cubículos. La mayoría utilizaban paja para las camas y hacían un mantenimiento diario. La renovación de la cama era mucho más frecuente en las granjas que utilizan paja en comparación a las que usaban estiércol reciclado o arena. Únicamente un 26% de los ganaderos empleaban algún tipo de producto sobre la cama bien para reducir la humedad o desinfectar los suelos en el momento de su renovación. Finalmente, se ha elaborado un algoritmo mediante el software Excel que recopila la información recogida con la finalidad de permitir a los ganaderos elegir el material de cama que mejor se ajusta a sus necesidades y a las instalaciones de su granja. Es una herramienta informática de uso sencillo que puede ayudar a cualquier profesional.