Resumen: Partiendo de una reflexión acerca de los conceptos más intrínsecos a la Arquitectura: IDEA, FORMA y ESTRUCTURA, hemos planteado un posible paralelismo de estas nociones en torno a otra disciplina artística, el Cine. Las noción de FORMA cinematográfica surgió de manera inconsciente en torno a las primeras filmaciones, que presentaban una continuidad espacial y temporal en sus proyecciones. Sin embargo, para hablar del concepto de IDEA en el cine, fue necesario esperar a la obra de Georges Méliès, quien evolucionó primigeniamente el arte de hacer películas como manera de narrar historias. Para referirnos una ESTRUCTURA desde presupuestos arquitectónicos, resulta indispensable centrarse en la aportación de D.W. Griffith al cine: la técnica del montaje. El hecho de montar, vigente aún en la actualidad, puede ser interpretado como la acción de escribir el argumento de la película mediante imágenes rodadas. El orden de los planos y las relaciones establecidas entre éstos a través del ritmo cinematográfico, establecen las "pulsaciones" del relato, y consecuentemente, las sensaciones que dicha transmisión despertará en el espectador, quien para el cine de Alfred Hitchcock supone parte inherente del proceso de creación de la película, y cuya provocación, constituirá a lo largo de toda su obra, el objetivo a tener en cuenta a la hora de proyectar y construir aquellas escenas gracias a las cuales es designado como el arquitecto del suspense.