Abstract: Entre las medidas tomadas en España para resolver la grave crisis financiera, el Memorando de Entendimiento suscrito con la Unión Europea contempla la creación de la sociedad de gestión de activos (Sareb) para conseguir un sector bancario eficiente y saneado que canalice liquidez mediante nuevas operaciones de crédito. Se trata de un instrumento clave para las entidades ya que segrega los balances de estas, adquiere los activos tóxicos de las mismas y los gestiona de la forma más rentable posible en un plazo de 15 años. Para ello, debe tener un campo mayoritario de inversores privados (entidades financieras, aseguradoras y otros inversores) y el FROB como inversor público con el fin de garantizar un cierto volumen de capital. Los denominados bancos malos son una herramienta sobre la que existen varios ejemplos como el sueco o el estadounidense, pero es el caso irlandés el que más nos acerca a los resultados que puede obtener la Sareb. Esta novedosa sociedad, ejecuta un plan estratégico de desinversión de su cartera teniendo en cuenta la evolución macroeconómica y financiera de la economía española, así como un panorama cambiante del mercado inmobiliario del que proceden la mayor parte de sus activos.