Resumen: A pesar de lo alejado geográfica y culturalmente que puedan parecer el uno del otro, la Corona de Aragón y el Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino establecieron una prolongada relación de colaboración en el plano tanto político como, en menor medida, en el económico. El presente trabajo analiza el carácter y la intensidad de estos contactos entre ambos estados durante el período que abarca desde el nacimiento de la propia Corona de Aragón hasta la Caída de Constantinopla, a la vez que desglosa la traducción práctica que tuvieron los mismos y compara las diferentes actitudes que tuvieron los distintos ramales de la monarquía aragonesa y sus súbditos respecto a Bizancio, prestando especial atención a la expedición de los almogávares a tierras bizantinas y su posterior establecimiento en los ducados de Atenas y Neopatria. Se incluyen por último unos anexos con los que se pretende facilitar la comprensión de los vínculos de parentesco entre las Casas de Aragón y Constantinopla, la situación geopolítica del Mediterráneo en los momentos álgidos de sus relaciones y el legado dejado en Grecia por el paso de catalanes y aragoneses.