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000031956 1001_ $$aOria de Rueda
000031956 1001_ $$aMolins
000031956 1001_ $$aMarta Cristina
000031956 24500 $$aEl determinismo astral frente a la libertad en "La vida es sueño" de Calderón de la Barca
000031956 260__ $$aZaragoza$$bUniversidad de Zaragoza$$c2015
000031956 506__ $$aby-nc-sa$$bCreative Commons$$c3.0$$uhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/
000031956 520__ $$aEl drama calderoniano La vida es sueño es la síntesis de la búsqueda de la felicidad del hombre, indagación que provoca el anhelo del conocimiento absoluto incluso a partir de fórmulas pseudocientíficas como la astrología judiciaria practicada en el siglo XVII. Calderón presenta en su obra a Segismundo, encarnación del género humano, prisionero injustamente por los vaticinios astrales interpretados el día de su nacimiento. La transformación del personaje a través de la adquisición del libre albedrío, y posteriormente perfeccionado en la libertad, entendida al modo agustiniano como la elección del bien, permitirán a Calderón instruir al lector en su enseñanza fundamental: la capacidad del hombre de superar, gracias a su psiquismo superior, las tendencias y apetitos del psiquismo inferior influenciado indirectamente por los cuerpos celestes entendiendo el universo de modo organicista. La profecía por tanto se cumple en tanto que Segismundo se deja arrastrar por las pasiones, y no se cumple, en el momento en que guía su voluntad hacia la virtud.  La astrología entendida, ya como vis, ya como conocimiento, verdadero o falso, media en la conducta humana influenciándola. En la concepción de la astrología como conocimiento verdadero, radicado en la creencia del Cosmos como testimonio de un Dios que lo ha creado, se sitúa el trasfondo teológico sobre el que se desenvuelve toda la obra, fruto de las reformas pos-tridentinas y del debate entre bañecistas y molinistas sobre la presciencia divina y la libertad humana, aunque no pueda determinarse la postura del dramaturgo en esta cuestión a partir de la lectura de La vida es sueño. La manifestación de lo divino en el cosmos es la preocupación calderoniana pues, si Dios conoce pasado, presente y futuro, ¿no está Segismundo, el hombre, predestinado por Él? Si bien hermenéuticamente esta lectura es posible, el drama calderoniano puede ser interpretado de forma ajena a la religión puesto que más que el ideal del cristiano, Calderón plantea el concepto del sabio estoico.  Segismundo en su evolución de hombre atrapado en sus instintos, hacia el hombre virtuoso, supera el fatalismo astral pronosticado gracias a la libertad interior y la voluntad humanas, facultades del psiquismo superior del individuo que le permiten dirigir el fin propuesto por sí mismo.
000031956 521__ $$aGraduado en Filología Hispánica
000031956 540__ $$aDerechos regulados por licencia Creative Commons
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000031956 7102_ $$aUniversidad de Zaragoza$$bFilología Española$$cLiteratura Española
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