Resumen: Con el inicio del Calcolítico, en la Península Ibérica asistiremos a un importante desarrollo social, con un aumento de la población y con comunidades organizadas de una manera más compleja dentro de poblados o asentamientos que podríamos denominar protourbanos. Sin embargo, estos poblados calcolíticos no serán homogéneos a nivel peninsular, y es que los diferentes ritmos de desarrollo económico-social que presentan las distintas zonas peninsulares tienen su reflejo en la aparición de diferentes tipos de asentamientos, que podemos sintetizar en dos: asentamientos con fosos y poblados amurallados. El objetivo del presente escrito es analizar de manera clara, coherente y precisa esta dualidad de asentamientos, haciendo especial hincapié en los poblados con recintos de fosos.