Resumen: El uso de la fuerza es uno de los sectores que más debate ha suscitado en el ámbito del Derecho Internacional. Mi propósito es explorar la práctica reciente e identificar si se han experimentado nuevos desarrollos en cuanto al uso de la fuerza. Los atentados del 11-S y su posterior repercusión establecieron un punto de inflexión respecto al concepto del uso de la fuerza. La intervención en Afganistán por parte de Estados Unidos sentó las bases para crear un precedente en cuanto a la ampliación del derecho de legítima defensa, propiciando la unilateralidad de los Estados en lo relativo a la intervención armada frente a un ataque terrorista. Esta práctica supuso un desplazamiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como órgano responsable del mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. Por el contrario, cuando las revueltas de la Primavera Árabe estallaron en Libia, el Consejo de Seguridad actuó implacablemente, condenando la violencia ejercida por el régimen de Qadhafi y autorizando el uso de la fuerza bajo la responsabilidad de proteger, concepto que fracasó en su aplicación en el caso de Siria.