Resumen: Durante años la empresa Inquinosa fabricó en Sabiñánigo toneladas de gamma hexaclorociclohexano, más conocido como Lindano. Se trata de un pesticida organoclorado usado en la agricultura y en el tratamiento de la pediculosis hasta su prohibición debido a su potencial biocamuluativo y neurotóxico. Los residuos resultantes de la producción eran vertidos sin ningún control ambiental en los alrededores de la fábrica y en dos vertederos municipales. Tras descubrirse el escándalo la empresa ceso la producción y abandonó la fábrica dejando tras de sí toneladas de residuos que, unidos a los depositados en los vertederos de Sardas y Bailín constituían el foco de contaminación por pesticidas organoclorados más grande de Europa. La empresa no asumió ninguna responsabilidad. Posteriores estudios analizaron los residuos encontrando no sólo gamma-hexaclorocicloclohexano y sus isómeros sino también benceno, clorobencenos y clorofenoles. Además de los residuos sólidos se hallaron balsas de lixiviados en el subsuelo de los vertederos que a través de las aguas subterráneas se filtraban hasta el río Gállego. En 2014 se trasladaron los residuos sólidos del antiguo vertedero de Bailín a uno nuevo con mejores medidas de seguridad, sin embargo algo falló y la movilización de residuos junto con los corrimientos de tierra por las lluvias provocaron que una gran cantidad de contaminantes corrieran río abajo, superando los límites sanitarios y obligando a cortar el suministro de agua a doce pueblos dependientes del Gállego. La mala comunicación sanitaria desde instituciones y prensa creó una alarma sanitaria que no se justifica desde la evidencia científica ya que no se alcanzaron los niveles de toxicidad aguda y el tiempo de exposición a niveles altos de contaminante fue corto. Además, no se han descrito intoxicaciones crónicas atribuibles a esta sustancia debido al contacto con ella a dosis bajas a largo plazo. Por otra parte, la ausencia de notificaciones sanitarias de la población afectada en comparación con otras grandes exposiciones a lindano en el mundo permite ser optimistas con respecto al peligro sanitario, aunque hay opiniones encontradas y se debate si debería plantearse la realización de un estudio prospectivo de dicha población.