Resumen: El útero es el órgano fundamental dentro del proceso reproductivo y participa en eventos claves, como el transporte espermático, la implantación y la nutrición fetal. Diversos factores anatómicos uterinos pueden ser causa de infertilidad, aborto recurrente o parto prematuro. Se pueden tratar de anomalías anatómicas congénitas, como el caso de las malformaciones uterinas o anomalías anatómicas adquiridas como el caso de los miomas intrauterinos, los pólipos endometriales, las sinequias uterinas, el istmocele o la incompetencia cervical. Numerosas técnicas diagnósticas entre las cuales destaca la histeroscopia han contribuido al diagnóstico y al tratamiento de estas patologías, permitiendo el correcto desarrollo de implantación embrionaria y posterior desarrollo fetal. El tratamiento quirúrgico histeroscópico del septum uterino, que constituye la malformación uterina más frecuente, disminuye del mismo modo significativamente la probabilidad de aborto de repetición y puede incrementar la probabilidad de embarazo en pacientes sin otra causa aparente de infertilidad. Los miomas uterinos, los pólipos endometriales, las sinequias uterinas y el istmocele también son subsidiarios de su corrección histeroscópica asociandose un aumento significativo en las tasas de embarazo. Así mismo una nueva línea de investigación está llevando a cabo estudios sobre el diagnóstico de la incompetencia cervical mediante la técnica histeroscópica, permitiendo visualizar de manera directa el diámetro del esfínter cervical interno y poder valorar el riesgo de la paciente a poder sufrir de dicha patología en una futura gestación. La histeroscopia es considerada por tanto como la técnica de elección para la evaluación de la cavidad uterina, permitiendo una visualización directa de la misma y el tratamiento de las anomalías uterinas subyacentes en ella.