Resumen: Los últimos años del siglo XVIII marcaron el inicio de una grave crisis que, a corto plazo, significó la quiebra del Antiguo Régimen en España. Uno de los personajes que más destacó en este ambiente de tensión política y social fue Manuel Godoy, cuyo meteórico ascenso en la escala social le convirtió en la mano derecha del rey Carlos IV. Su grado de poder le permitió llevar a cabo todo tipo de acciones, siendo uno de los artífices de la primera desamortización eclesiástica. Él fue un personaje clave en una sociedad española que, a pesar de todas sus limitaciones, no podía permanecer ajena a los grandes cambios que estaban aconteciendo en el resto de Europa, donde el Antiguo Régimen empezaba a desmoronarse. Las distintas élites eran conscientes de que lo que estaba en juego era el propio sistema, por lo que debían hacer prevalecer sus respectivos planes, yendo dirigidos hacia la reforma o hacia la reacción. En este sentido, la actuación de Godoy y el desarrollo de la desamortización constituyen una buena fotografía de este capítulo decisivo en la historia de España.