Resumen: El pensamiento occidental del sujeto ha conducido a la imposición de un modelo de relación con la exterioridad dominado por el deseo de muerte, en el que el papel del sujeto queda reducido a la necesidad de aniquilar el objeto al que se enfrenta. El presente escrito se plantea como una indagación que nos dirige, a través del pensamiento de Blanchot y Levinas, hacia el descubrimiento de la alteridad radical como origen de una nueva comprensión del sujeto que logre asumir tanto la esencial heteronomía que le constituye, como la necesidad de autonomía que autoras como Irigaray reclaman en vistas a la realización de los sujetos oprimidos.