Resumen: El presente trabajo analiza las transgresiones sexuales y de género durante los siglos XVI, XVII y XVIII con el propósito de conocer su existencia y desarrollo en la sociedad moderna, y el imperativo social que obligaba a aquellos individuos a adaptarse a los patrones preestablecidos en torno al cuerpo, las conductas y el deseo. En el Antiguo Régimen, las personas cuyas prácticas sexogenéricas eran heterodoxas se encontraban expuestas a multitud de riesgos, desde la violencia cotidiana a las diversas condenas impuestas por las distintas autoridades. A partir de una investigación académica bibliográfica, este estudio trata la atención prestada y la controversia generada en las fuentes de la Edad Moderna acerca de estas vulneraciones. La divergencia respecto al modelo heterosexual, la disconformidad con los preceptos religiosos, los subterfugios utilizados para evitar el escándalo público y vivir lo más libremente posible, son aspectos examinados con el fin de señalar las causas de la persecución de estas desviaciones, así como las repercusiones que tuvieron en la visión de la sociedad. Los resultados reflejan una remarcable influencia del patriarcado y del pensamiento médico-religioso en la configuración de las nociones de sexo y género y del surgimiento de transgresiones en una atmósfera hostil.