Abstract: El tratamiento de quemaduras y heridas crónicas que tardan en cicatrizar necesitan del desarrollo de materiales apósitos que presenten una estructura similar a la matriz extracelular y que además liberen sustancias bactericidas, antiinflamatorias y cicatrizantes con una cinética de liberación determinada por las necesidades de cada patología en cada momento. Por otro lado, debido al aumento de las resistencias a antibióticos que está apareciendo en los últimos años, la utilización de aceites esenciales supone una alternativa frente al uso de antibióticos en el desarrollo de nuevos apósitos. Los aceites esenciales son biomoléculas naturales que presentan actividad antimicrobiana, antiinflamatoria, analgésica y cicatrizante, necesaria en materiales para apósitos. Como objetivo se pretendía mejorar la liberación controlada de principios activos mediante su encapsulación en sistemas nanopartículados los cuales preservan la estabilidad del principio activo y permiten su liberación directa sobre la herida aumentando su efectividad. El trabajo constó de dos partes: En la primera parte se llevó a cabo la síntesis de dos tipos de nanopartículas: partículas de PLGA y niosomas. En su interior se quería encapsular la mayor cantidad posible de tres principios activos de aceites esenciales, que fueron el Carvacrol, el Timol y el Cinamaldehído. Se realizó un estudio de la máxima cantidad de principio activo que era posible encapsular tanto en los niosomas como en las nanopartículas de PLGA. Ambos sistemas nanoparticulados junto con el principio activo encapsulado fueron perfectamente caracterizados físico-químicamente utilizando las distintas técnicas disponibles: Espectrometría de masas para conocer su composición; Dispersión Dinámica de la luz (DLS) para determinar el radio hidrodinámico; Microscopía Electrónica de Transmisión (TEM) y Microscopia Electrónica de Barrido (SEM) para analizar morfología y tamaño. Una vez logrado un diseño óptimo de la encapsulación de los aceites, en la segunda parte del trabajo se procedió al estudio de la capacidad bactericida de las nanopartículas cargadas sobre la bacteria Escherichia coli. Para ello se realizaron ensayos microbiológicos que permitieron obtener la concentración mínima inhibitoria (MIC) y la concentración mínima bactericida (MBC).