Resumen: La caracterización de yacimientos arqueológicos es una de las aplicaciones más extendidas de la prospección magnética, por su carácter no invasivo, que permite explorar sin destruir superficies de extensión considerable, y debido al carácter ferromagnético de muchos elementos asociados a la actividad humana (instrumentos de hierro, componentes minerales de tejas, ladrillos, hornos de cocción, etc...). Habitualmente, en prospección magnética se mide la intensidad total del campo magnético terrestre (realizando las correcciones de las oscilaciones debidas a la variación diurna y las micropulsaciones) y el gradiente horizontal o vertical (diferencia entre las medidas tomadas simultáneamente en posiciones cercanas mediante dos sensores, ver figura 1), que resulta muy útil cuando se trata de detectar anomalías debidas a cuerpos cercanos a la superficie. Frente a la sistemática de trabajo en prospecciones geológicas, el mallado de la prospección magnética en arqueología suele ser muy denso, con 1 m o 0,5 m de espaciado entre perfiles en muchas ocasiones. Idioma: Español Año: 2016 Publicado en: Enseñanza de las ciencias de la tierra 24, 3 (2016), 372-374 ISSN: 1132-9157 Originalmente disponible en: Texto completo de la revista