Resumen: Desde sus inicios Bernini destacó por sus aptitudes para la escultura. Comenzó su formación en el taller paterno donde recibió la influencia del manierismo tardío y a partir de ahí no dejaría de crecer en su carrera. Su talento no pasó inadvertido en la corte papal, la cual se encargó tempranamente de su educación y le facilitó el acceso a las Colecciones Vaticanas, donde pudo estudiar la escultura de la antigüedad clásica. El mecenazgo del cardenal Borghese, entre 1618 y 1625, constituye uno de los períodos más brillantes de su carrera. A su servicio llevó a cabo los cuatro célebres grupos borghesianos. Destaca especialmente el de Apolo y Dafne (1622-1625), en el que alcanzó la cumbre de su primer estilo y renovó el lenguaje escultórico con unos principios que darían lugar al desarrollo de la escultura barroca.