Resumen: Introducción: La irisina fue descubierta en el año 2012 por un grupo de investigadores que observaron una transformación del tejido adiposo blanco en tejido adiposo marrón a través de una vía hasta entonces desconocida, promovida por el ejercicio. Esto provocaba un aumento de la capacidad termogénica del tejido adiposo blanco, y todo ello fue atribuido a una nueva hormona a la que denominaron irisina. Los estudios pioneros le otorgaron unos efectos beneficiosos muy prometedores sobre el metabolismo energético, el glucolípidico, y también efectos protectores sobre enfermedades, como el alzheimer, y en consecuencia, numerosos estudios han intentado detallar la fisiología de la irisina, pero los resultados arrojados son contradictorios, llegando a cuestionarse la existencia de esta hormona. Esta revisión pretende actualizar la infomación sobre el tema y presentar y comparar los resultados de diferentes estudios sobre la irisina, y más específicamente, sobre su relación con el metabolismo energético durante el ejercicio. Material y métodos: se realiza una búsqueda bibliográfica en varios bases de datos, utilizando como herramienta principal PubMed, recopilando artículos originales, revisiones y metaanálisis recientes, pertenecientes a los últimos 10 años. Resultados: Los hallazgos contradictorios referentes a la función de la irisina y a sus mecanismos de regulación y secreción son una constante a lo largo de la bibliografía consultada. Los efectos del ejercicio sobre FNDC5/irisina en modelos animales han sido demostrados, pero en humanos estos efectos no son generalizables y sus funciones son cuestionables, por lo que es necesario un número mucho mayor de estudios para demostrarlo. Así mismo, los mecanismos de procesamiento y medición de la irisina así como la identificación de los receptores y las vías mediante las que esta hormona ejerce su acción requieren también mayor investigación. Aun así, la irisina parece tener efectos beneficiosos en el organismo, por lo que la investigación futura puede ser clave para su uso terapéutico. Conclusiones: la irisina es una hormona secretada en varios lugares del organismo con diferentes órganos diana, cuyos efectos beneficiosos han sido objetivados en modelos animales aunque con ciertas discrepancias en humanos. Por otro lado, a la vista de los resultados obtenidos en esta revisión, es probable que existan factores adicionales que ayuden y condicionen a la irisina en sus funciones sobre el metabolismo.