Abstract: El descubrimiento de los receptores tipo Toll o TLR, identificados por primera vez en los años 90 supuso un punto de inflexión en la comprensión de cómo el sistema inmune innato reconoce y responde a diversos patógenos microbianos. La inmunidad innata es capaz de diferenciar patrones de estructuras microbianas denominados patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP), activando así diferentes mecanismos intracelulares que van a condicionar u orientar la respuesta adaptativa. También tiene la capacidad de reconocer señales endógenas de daño celular llamados patrones moleculares asociados a daños (DAMP). Los DAMP y los PAMP son reconocidos por receptores de reconocimiento de patógenos (PPR), siendo los principales los TLR. Estudios recientes indican que la respuesta inmune innata no es un mero espectador en la neurodegeneración, sino que es un potente factor patogénico en el proceso. Tras la estimulación, la señalización de TLR provoca la producción de citocinas y otros mediadores inflamatorios que pueden tener un impacto en aspectos de la homeostasis y patología del sistema nervioso central. En la enfermedad de Alzheimer (EA), los TLRs juegan un papel clave en la patogénesis, ya que la depuración neuronal y microglial de amiloide beta (Aβ) y las proteínas neurotóxicas tau, se produce a través de la activación principalmente microglial de los TLRs, de forma que en la fase temprana de la EA, la microglía activada y los astrocitos reactivos ejercen neuroprotección contra la neurotoxicidad inducida por Aβ, mediada a través de fagocitosis, mientras que a medida que la enfermedad avanza, su fallo en la degradación de Aβ conduce a la acumulación de agregados de este péptido así como de ovillos neurofibrilares de tau. Dichos agregados junto con la instauración de un proceso inflamatorio crónico conducen a la degeneración neuronal. En la actualidad, los TLRs representan un objetivo terapéutico para numerosos trastornos del SNC y enfermedades infecciosas. Está claro que los TLR pueden ejercer efectos beneficiosos o perjudiciales en el SNC, que probablemente dependen del contexto de homeostasis o patología tisular. Por lo tanto, cualquier manipulación terapéutica potencial de los TLR requerirá una comprensión de las señales que rigen trastornos del SNC para lograr una terapia.