Resumen: La preocupación por conservar el medio ambiente ha crecido notablemente en los últimos años. Como resultado, se recicla más plástico y se le intenta dar diferentes usos, entre los que se encuentra el envasado de alimentos. Sin embargo, dicho material puede llegar a causar cambios organolépticos o transmitir sustancias que supongan un riesgo en la salud del consumidor. El objetivo del presente estudio consistió en diseñar un método de análisis para muestras de PET, uno de los plásticos más utilizados en envasado de alimentos, e identificar los compuestos con mayor impacto en muestras elaboradas con distinta proporción de reciclado. Para ello se utilizó cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas y a olfatometría, y se optimizó el tratamiento de muestra en función de la temperatura. Se evaluaron las modificaciones que se producen entre botellas y granzas con diferente proporción de reciclado, y se estudiaron posibles migraciones de compuestos mediante la utilización de simulantes alimentarios. Los resultados mostraron un aumento de compuestos, volátiles y no volátiles, en muestras que contenían una mayor proporción de PET reciclado. Muchos de estos compuestos fueron aldehídos, compuestos capaces de producir variaciones en las propiedades sensoriales de los alimentos. Sin embargo, su migración fue escasa, por lo que no debería afectar a la seguridad del alimento.