Abstract: Siempre ha existido la figura de cuidador a lo largo de la historia pero esta figura está aumentando con el paso del tiempo con una serie de repercusiones. Uno de los factores que intervienen en ello es el aumento de la esperanza de vida. Los cuidados prestados normalmente por familia u otras personas cercanas son los denominados cuidados informales y al cuidador principal informal (CPI) lo definiremos como la persona encargada de ayudar en las necesidades básicas e instrumentales de la vida diaria del paciente durante la mayor parte del día, sin recibir retribución económica por ello. El CPI esta expuesto a una sobrecarga que ejercerá efectos negativos en su salud, de dichos efectos destacaran con más frecuencia los malestares psíquicos como la ansiedad o depresión aunque también se han comprobado repercusiones a otros niveles como en la salud física, el aislamiento social, la calidad de vida o el deterioro de la situación económica dando lugar al “Síndrome del cuidador”. Existe un predominio según los estudios mucho más elevado de mujeres cuidadoras, normalmente mujeres de menor nivel educativo, sin empleo y de clases sociales menos privilegiadas. Muchos casos pasan desapercibidos por la invisibilidad que los envuelve, en nuestra labor profesional esta el detectar esa sobrecarga con sus repercusiones y mejorar el bienestar del CPI, el apoyo educativo de enfermería es muy influyente en las capacidades de autocuidado de éste, ésto puede ser fundamentado con la Teoría general de déficit de autocuidado de Dorothea E. Orem basada en: actuar compensando los déficits, guiar, enseñar, apoyar y propocionar un entorno para el desarrollo. A este proceso se le asignaría la etiqueta diagnóstica de enfermería (NANDA) "Riesgo de Cansancio del rol del cuidador".