Abstract: Introducción. La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) produce trastornos motores, sensitivos y posturales que se traducen en una mala sedestación. Ésta conlleva deformaciones y complicaciones; y para tratar de evitarlas, Le Métayer propone la utilización de los llamados asientos moldeados pélvicos en escayola. Dado que el asiento pélvico “activo” está indicado en niños con un mal equilibrio postural pero con posibilidades de aprender ajustes posturales, se ha seleccionado como ayuda técnica fisioterápica. Objetivo principal. Comprobar si con la utilización de un asiento moldeado “activo” durante 4 horas diarias, se mejora la sedestación libre al cabo de 7 meses. Metodología. Se ha realizado la “Valoración de la Sedestación en la Discapacidad Infantil. EISD” en una paciente de 7 años con diagnóstico clínico de retraso pondoestatural postnatal y, a partir de ésta, se ha diseñado un plan de intervención basado en la conformación de un asiento moldeado de escayola siguiendo la técnica propuesta por Le Métayer. Hallazgos. No hubo cambios en la alineación músculo-esquelética ni en la postura, así como tampoco variaciones en la amplitud de movimiento o extensibilidad muscular. Sin embargo, se obtuvo un nivel 8 en la escala de valoración funcional de la sedestación y se observó un cambio de actitud de la niña con el entorno. Conclusiones. A pesar de las limitaciones metodológicas y de la falta de artículos científicos que avalen la utilización exclusiva del asiento moldeado como medio de tratamiento para una sedestación patológica en la infancia, nos atrevemos a decir que su uso prematuro puede mejorar la sedestación espontánea, así como la capacidad relacional.