Abstract: La insuficiencia cardiaca congestiva es un síndrome clínico que refleja la incapacidad del miocardio para satisfacer las demandas tanto circulatorias como metabólicas del organismo; actualmente es una patología en auge en los países desarrollados dados el envejecimiento y el aumento de la esperanza de vida de la población. Cuando esta patología cursa con fallo respiratorio y requiere soporte hemodinámico es necesario que el paciente ingrese en la unidad de cuidados intensivos (UCI), ya que el paciente tiene necesidad de monitorización, tratamiento y cuidados específicos de esta unidad. Este tipo de paciente crítico presenta una sobrecarga hídrica resistente a diuréticos por lo que se hace necesario el empleo de técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR). Estas técnicas representan un tratamiento sustitutivo seguro, simple y efectivo, aunque no están exentas de riesgo, por lo se hace necesario por parte de Enfermería, unos conocimientos especiales para un adecuado control y cuidado del paciente. El sistema de hemofiltración empleado en este tipo de unidades proporciona un control de líquidos continuo del paciente y proporciona cuatro terapias de reemplazo renal (ultrafiltración lenta continua, hemofiltración continua veno-venosa, hemodiálisis continua veno-venosa y hemodiafiltración veno-venosa). La terapia indicada en el paciente ingresado en UCI por insuficiencia cardiaca congestiva, es la ultrafiltración lenta continua (SCUF), la cual produce una extracción de agua y electrolitos sin reponer los mismos. El paciente crítico, debido a su situación de compromiso vital, requiere cuidados de enfermería continuos y sistematizados, bajo un criterio de prioridad, adecuados a su patología además de los cuidados generales al paciente crítico. Entre estos cuidados específicos destacan entre otros el control de infección, el control de parámetros clínicos y hemodinámicos o del balance hídrico.