Abstract: Introducción: Hasta hoy en día el deporte no se había aceptado universalmente como una parte integral de mantenerse en forma. Los entusiastas aconsejan la participación en el deporte como una forma de llevar una vida sana, pero debería recordarse que «estar en forma» no es lo mismo que «tener buena salud» y que la actividad física sólo puede contribuir a la forma cuando se realiza regularmente y se apoya en hábitos alimentarios adecuados. La reacción inflamatoria del tendón puede iniciarse por los movimientos repetitivos o por irritación mecánica persistente. La situación se suele cronificar y es difícil de tratar. Objetivos: En una primera fase, ya se trate de lesiones agudas o crónicas, el objetivo del tratamiento consiste básicamente en favorecer la regeneración tendinosa y eliminar los fenómenos inflamatorios y dolorosos. La segunda fase del tratamiento, que comenzará cuando hayan desaparecido el dolor y la inflamación, está orientada a la recuperación funcional del miembro superior. En la fase de resolución, se reinicia la práctica o la actividad laboral. Materiales y métodos (tratamiento): En las lesiones agudas las sesiones de fisioterapia comprenden masajes descontracturantes alternados con estiramientos y ejercicios suaves de tonificación de los músculos epicondíleos. Se pueden aplicar paños calientes y onda corta. Se tonificará también el conjunto de la musculatura del codo, la muñeca y mano. En las lesiones crónicas las sesiones de fisioterapia comprenden, además de las técnicas anteriores, masaje transversal profundo de los tendones dañados, fibrólisis diacutánea, si el paciente lo tolera, maniobras de estiramiento más intensas y mantenidas y aplicación de ultrasonidos. Posteriormente, se realizarán ejercicios de fortalecimiento de los músculos epicondíleos, primero analíticos y luego combinados a la flexión-extensión de codo, a la pronación-supinación de antebrazo y a la flexión de los dedos. El trabajo excéntrico seguirá al trabajo estático y concéntrico. Será de gran utilidad el uso de un vendaje circular en la parte superior del antebrazo que ayude a limitar las tensiones excesivas sobre los epicondíleos. Resultados: Las principales medidas profilácticas comprenden la tonificación de los epicondíleos para conseguir una mayor tolerancia al esfuerzo, evitar los sobreentrenamientos, utilizar el material adecuado y una buena técnica de juego. La lesión puede evolucionar favorablemente hacia la curación o hacerse rebelde a cualquier tratamiento. Éste deberá adaptarse a la sintomatología y a la antigüedad de la lesión. Conclusiones: En esta patología las recidivas son frecuentes y en ocasiones obligan a abandonar la práctica deportiva o profesional. De ahí la importancia de un correcto tratamiento de fisioterapia y una buena profilaxis. No hay lesión deportiva más difícil de tratar que la tendinitis. El atleta debería reposar la parte afectada tan pronto como aparecen los síntomas. El incumplimiento de esta norma produce tendinitis crónica, la cual acaba con toda actividad deportiva futura.