Resumen: La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial, fruto de la interacción entre genotipo y ambiente. En países desarrollados como el nuestro, afecta a un gran porcentaje de la población, en todas las edades, condiciones sociales y en ambos sexos. Su prevalencia ha aumentado y continúa aumentando en nuestra sociedad por ello es necesario delimitar su magnitud e identificar los principales colectivos de riesgo. El criterio más exacto para determinar la obesidad sería medir la grasa corporal total o el porcentaje de grasa que presenta un individuo. El índice de masa corporal (IMC) o de Quetelet, resultado de dividir el peso en kilogramos por la talla en metros al cuadrado. Permite una clasificación cuantitativa de la obesidad. valores de IMC = 25-30 como sobrepeso u obesidad ligera (grado I);> 30 como obesidad definida (grado II) y > 40 como obesidad mórbida (gradoIII). Esta enfermedad se caracteriza por la interacción de diferentes factores siendo los 3 factores principales la herencia, la dieta y el gasto energético. Asi mismo, se asocian algunas complicaciones importantes como alteraciones metabólicas, respiratorias, endocrinas, cardiovasculares, tumorales o articulares. La actuación de enfermería es muy importante para una prevención, cuidado y seguimiento del tratamiento del paciente obeso, estableciendo una serie de pautas y recomendaciones generales como consejos a la hora de comer, cocinar...etc además de proporcionar una dieta con una ingesta calórica adecuada a cada paciente. También es de vital importancia insistir en la realización de ejercicio físico ya que la actividad física es uno de los pilares fundamentales en el manejo del exceso de peso. Se debe indicar aquella actividad física que mejor se adecue al estilo de vida de cada paciente para alcanzar los objetivos deseados en un periodo de tiempo determinado.