Resumen: La dhimma fue un instrumento determinante en la expansión islámica, tratándose de un acuerdo de protección de base coránica para con la “gente del Libro”, que permitió una coexistencia con las comunidades monoteístas autóctonas. Estas gozaron de ciertos privilegios, aunque con unas exigencias y limitaciones vinculadas inherentemente al contexto político en el que se desarrollaron. La situación legal de los protegidos fue, pues, muy dispar en cada una de las etapas y de las regiones de la conquista, deviniendo la dhimma una institución que caló en el comportamiento de la totalidad de la sociedad.