Resumen: El objetivo de este artículo es aproximarse de manera general a la ontología del “ser-en-común” de Jean-Luc Nancy y sus implicaciones sobre la idea de comunidad. E´sta no se concibe ni como sujeto colectivo sustancial ni como yuxtaposición de sujetos que comparten una esencia común, sino como el espacio intermedio que se abre en la relación de cada ser singular. Un espacio que describe al ser como relación a través de lo que se denomina el “entre”, el “con”, el “juntos” o el “ser-en-común”. Desde estos presupuestos ontológicos, se puede colegir una crítica tanto al liberalismo como al comunismo. Del primero, se puede deconstruir el concepto de invididuo como homo economicus para desarmar el pesimismo antropológico liberal sobre una sociedad conflictiva basada en la sentencia latina bellum ominium contra omnes. Del segundo, la sociedad sin clases se analiza como un proceso hipostático que convierte a la comunidad en un sujeto en mayúsculas que acaba anulando a los sujetos singulares. En su lugar, Nancy presenta a la comunidad como “desobrada” en el sentido de que no hay que construirla porque está ya dada en ese espacio intermedio del “entre”. La comunidad no es una cosa, ni un sujeto colectivo ni tampoco un conjunto de sujetos, sino una relación que hace imposible que los seres de esta relación se cierren sobre sí mismos conservando su identidad. Si la comunidad es aquello que expulsa a los seres a salir de sí y estar en contacto con los otros, entonces es la ausencia de lo que se posee como propio. Por lo tanto, la verdadera comunidad es la resistencia a dibujar fronteras que provoquen el ensimismamiento y la clausura de toda comunidad sobre sí. Frente a sociedades delimitadas por muros y basadas en la exclusión, Nancy reivindica un mundo sin bordes que sólo puede ofrecer una democracia global. Idioma: Español Año: 2015 Publicado en: EL BÚHO. REVISTA ELECTRÓNICA DE LA ASOCIACIÓN ANDALUZA DE FILOSOFÍA 13 (2015), [12 pp.] ISSN: Originalmente disponible en: Texto completo de la revista