Resumen: Son pocas las ocasiones en las que Ramón Acín se representó a sí mismo, pero al pintar Vista de Huesca desde San Jorge nos legó un hermoso autorretrato en el que reflejó los rasgos más importantes de su per alidad. También, de la felicidad que en aquel 1928 parecía disfrutar.
En primer lugar, su amor por el territorio altoaragonés para el que aspiraba a construir un futuro mejor, reclamando tanto la instalación de modernos servicios que facilitasen la vida de sus ciudadanos –la creación del canal de Aragón por ejemplo–, como la conservación de las antiguas costumbres y tradiciones para lo cual, ya en 1923, propuso la creación de un Museo del Traje Regional.
En el lienzo se evidencia también su pasión por la creación artística, que le llevó a simultanear diferentes técnicas –en especial el dibujo, la pintura y la escultura–, y a ensayar estilos distintos en el seno del llamado arte nuevo. Entre todos ellos destacó el regionalismo –uno de sus lenguajes preferidos y uno de los que más aplausos concitó–, a través del cual contribuyó a crear un imaginario identitario de carácter social y escasamente folclorista... Idioma: Español Año: 2016 Publicado en: Turia (Teruel) 120 (2016), 171-183 ISSN: 0213-4373 Tipo y forma: Artículo (Versión definitiva) Área (Departamento): Área Historia del Arte (Dpto. Historia del Arte)