Resumen: La atracción hacia la naturaleza ha acompañado al ser humano a lo largo de la historia, quedando patentes muestras de ello en las diferentes expresiones artísticas. Entre ellas, los jardines, que representan el vínculo más cercano entre las personas y el mundo natural y, además, evidencian el tipo de relación que se establece entre ambos. La tradición occidental ha manifestado diversas corrientes de pensamiento que han posicionado a sus sociedades diferentes actitudes hacia el mundo, y con ello la naturaleza, cuyo testimonio podemos observar en la arquitectura y los jardines de cada época. Sin embargo, desde Oriente nos llega una cultura japonesa revelando soluciones que parecen sugerir que está ocurriendo algo más que el mero deleite visual. Una climatología, una geografía y una historia distintas originan una cultura con una actitud y una sensibilidad más cercana a la naturaleza que deslumbran a Occidente. El crecimiento frenético de la humanidad ha quebrado el equilibrio con el medio. La globalización contemporánea cada vez diluye más las diferencias entre las regiones a la vez que se crean convergencias de pensamiento entre puntos alejados del planeta. Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa exponen una síntesis de la tradición y principios japoneses, la modernidad occidental y una propuesta arquitectónica singular para la sociedad actual. La relación entre los espacios, el tratamiento del entorno y su investigación sobre el límite entre el exterior y el interior merecen un estudio detenido para extraer algunas claves para la reconciliación de la arquitectura, los usuarios y la naturaleza.