Resumen: La economía colaborativa ha experimentado una importante expansión a partir del desarrollo de aplicaciones necesarias y su uso en internet, para conectar ambos lados del mercado. Esta modificación en la forma de consumo, propiedad y relaciones sociales ha supuesto un importante crecimiento en el mercado de servicios de alojamiento, dentro del sector turístico. Esta expansión de oferta del sistema de distribución de alojamientos durante los últimos años se ha producido de manera global, en todo el mundo. Ello ha dado lugar a una serie de consecuencias sociales, económicas, medioambientales, urbanísticas, y como consecuencia a cierta controversia. Como efecto positivo, las empresas intermediarias, como Airbnb, entre otras, han expandido la oferta ofreciendo un producto distinto respecto a los hoteles, así como, aumentando la oferta en periodos punta, reduciendo el stock de viviendas infrautilizadas y la estacionalidad en zonas de segunda residencia. Otro beneficio es que favorecen la cohesión social y espacial, ya que los puntos de oferta se distribuyen por todo el espacio de una localidad. Respecto a los impactos negativos, se incluyen los problemas de convivencia en barrios, pérdida de población residente habitual y disminución del comercio de proximidad. Para los EE.UU., donde se centran los estudios sobre el tema, se añaden como impactos negativos la disminución de ingresos por parte de la industria hotelera y el aumento de los precios de venta y de alquiler de las viviendas. A continuación se procederá al estudio de acciones llevadas a cabo por parte de ambas plataformas online con el fin de posicionarse como líderes en los diferentes canales de distribución del sector turístico.