Resumen: El sistema de numeración más utilizado actualmente fue conocido en el mundo occidental a finales del siglo X. En el Códice Albeldense (Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial) el escriba Vigila dio por universalmente reconocido el talento indo-arábigo, en aritmética y geometría, por su capacidad de expresar cualquier cantidad mediante unas figuras –las cifras del 1 al 9 escritas de derecha a izquierda–.
Las cinco líneas que ocupa la noticia no aclaran que dicha demostración de talento reside en la superioridad del sistema posicional sobre el sistema aditivo de la numeración romana entonces en uso, que bastaba para desenvolverse en el estado de desarrollo socio-económico −y matemático− de la Alta Edad Media en el Occidente latino. Que el nuevo sistema de numeración casi siempre abreviara la representación de cantidades con números romanos (e.g. 437 vs. CDXXXVII) no era razón suficiente para adoptarlo; no obstante, su llegada señala en las matemáticas de nuestro entorno cultural el inicio de un proceso de diferenciación del lenguaje matemático mediante el desarrollo de un simbolismo específico y una notación propia.
Fue en la Italia del siglo XIII, el territorio cristiano más avanzado en la transición del feudalismo al mercantilismo, donde la asimilación y desarrollo de las fuentes matemáticas árabes y latinas procedentes de Al-Andalus y los reinos hispanos encontró terreno abonado, se extendió con la introducción del papel y se generalizó, ya en el Renacimiento, mediante la imprenta. Una profusión de libros de aritmética −sumarios breves, manuales y tratados− escritos no sólo para comerciantes, contables y banqueros, sino también para escribanos, administradores, secretarios y cortesanos, pusieron la aritmética y el álgebra en el contexto de la vida comercial y cotidiana.
Estas aritméticas mercantiles posibilitaron la expansión del sistema de numeración decimal posicional, que se generalizó en Europa durante la primera mitad del siglo XVI. La sustitución de los números romanos por las cifras indo-arábigas no fue un mero cambio de caracteres gráficos, pues conllevó la asimilación de conceptos matemáticos básicos del mundo moderno: a diferencia de los siete signos de la numeración romana, los diez dígitos del sistema decimal posicional no eran símbolos de valor numérico fijo, sino dependiente de su posición relativa. Idioma: Español Año: 2018 Publicado en: Investigación y ciencia 497 (2018), 54-55 ISSN: 0210-136X Tipo y forma: Artículo (PostPrint) Área (Departamento): Área Historia de la Ciencia (Dpto. Genérico)