Abstract: Las enfermedades transmitidas por vectores tienen cada vez mayor importancia debido a su creciente expansión derivada de diversos factores entre los cuales, destaca el cambio climático como causa principal. Dentro de estas enfermedades se engloban los patógenos de estudio en este trabajo: Ehrlichia canis y Anaplasma phagocytophilum, los cuales producen dos de las enfermedades caninas, transmitidas por garrapatas (ehrlichiosis monocítica y anaplasmosis granulocítica, respectivamente), de mayor relevancia en España y Europa. El vector de E. canis es Rhipicephalus sanguineus, una garrapata ampliamente distribuida pero con preferencia por temperaturas suaves y cálidas, y también por zonas interiores. Por el contrario, el vector de A. phagocytophilum es Ixodes ricinus, que puede encontrarse en la vegetación de campos y bosques en zonas de gran humedad y a mayores latitudes que R. sanguineus. Tanto la ehrlichiosis como la anaplasmosis tienen una clínica inespecífica entre la que destacan debilidad, letargia, fiebre y anorexia además de epistaxis, petequias, equimosis y palidez de mucosas. Los hallazgos laboratoriales más destacados son la trombocitopenia y la anemia. Estudios anteriores establecen prevalencias para E. canis en España entorno al 4-5%, mientras que para A. phagocytophilum van del 3,1 al 15,6%. En este estudio retrospectivo, se ha realizado un análisis de los datos de dos poblaciones de perros: 2.367 perros con sintomatología y/o hematología compatible con ehrlichiosis y cuyas muestras fueron recolectados entre 2013 y 2017; y otra de 860 perros aparentemente sanos cuyas serologías se realizaron entre 2016 y 2019, y en los cuales, además, se dispone de un registro de análisis hematológicos, bioquímicos y cociente albumina/globulina. En ambos casos el método diagnóstico fue la inmunofluorescencia indirecta, determinándose la presencia de anticuerpos frente a E. canis en ambos grupos y frente A. phagocytophilum solo en el grupo asintomático. La prevalencia de E. canis para el grupo sintomático fue de 12,38%, mientras que para el grupo asintomático fue de 2,33% para E. canis y de 2,44% para A. phagocytophilum. Se observó la trombocitopenia como la alteración hematológica más frecuente.