Resumen: En este trabajo se publican dos fotografías poco conocidas de otras tantas piezas desaparecidas del Renacimiento turiasonense. La primera corresponde al retablo de San Juan Evangelista de la iglesia de Santa María Magdalena, obra debida al escultor Damián Forment, que lo contrató en 1529. Esta pieza fue enajenada en 1902 y nada se sabe de su actual paradero. La segunda es el sitial que el Justicia tenía en la Sala del Consejo de las Casas de
la Ciudad, que era la sede de su corte judicial. Se hizo al amparo de un acuerdo del consejo municipal en 1569 y fue enajenada en 1920, meses antes de procederse a su subasta en Nueva York, en mayo de 1921. Por entonces la adquirió William R. Hearst, pero su pista se pierde tras ser vendida por segunda vez en 1943. Constituyen otros tantos ejemplos del imparable proceso de desmembración que el patrimonio artístico turiasonense viene
sufriendo desde las décadas finales del siglo XIX. Idioma: Español Año: 2017 Publicado en: Turiaso 23 (2017), 87-104 ISSN: 0211-7207 Originalmente disponible en: Texto completo de la revista