Resumen: La burguesía española en el siglo XIX se estableció como una de las clases sociales predominantes. Como signo de distinción, se fijaron una serie de protocolos que generaron todo un universo cultural, un nuevo modo de vida y diferentes códigos de sociabilidad. Asimismo, afectó al espacio doméstico y la casa experimentó una evolución respecto a épocas anteriores, otorgando importancia a la diferenciación de los espacios y la función de estos. El mobiliario también sufrió una evolución de estilos y el mueble asiento se hizo más confortable gracias a la incorporación de tapicerías. Por otro lado, la evolución de la domesticidad y la dimensión simbólica que alcanzó el hogar definió el papel de la mujer dentro del espacio doméstico sin posibilidad de emancipación.