Resumen: El pescado tiene un importante valor nutricional proporcionando proteínas, ácidos grasos (poliinsaturados como omega-3), ciertas vitaminas (D), y minerales (yodo). Debido a ello, su consumo en embarazadas presenta un efecto beneficioso, tanto a nivel cardiovascular como en el desarrollo del feto. Sin embargo, la elevada presencia de contaminantes como metilmercurio (particularmente tóxico para el sistema nervioso y el cerebro en desarrollo), dioxinas y PCBs en ciertas especies de pescado hace que la ingesta semanal tolerable se supere, con los consiguientes riesgos para la salud. Existe una gran variabilidad entre países en cuanto al contenido, la complejidad y el estilo de las recomendaciones dirigidas a las mujeres embarazadas sobre el consumo de pescado. Es esencial que éstas reciban consejos claros y contrastados, para tomar decisiones informadas. Sin embargo, se sabe que algunas mujeres embarazadas encuentran las recomendaciones confusas y, ante la posibilidad de exponerse al riesgo, prefieren suprimir el pescado de su dieta. Se considera por ello de interés reunir la evidencia científica disponible sobre los beneficios y riesgos que el consumo de pescado durante el embarazo tiene sobre la salud del niño, así como contrastar esta información con las recomendaciones existentes y con el consumo actual de pescado.