Resumen: Tras padecer la COVID-19 decidí escribir mi experiencia de la enfermedad en cierto modo como una terapia personal, pero sobre todo como una forma de agradecimiento hacia las personas que me quieren y cuya cercanía he sentido: familia, amigos, colegas universitarios, compañeros sanitarios, pacientes y estudiantes. No estuve solo. Me piden ahora que haga públicos algunos fragmentos de este relato íntimo y he seleccionado estas líneas, sobre todo con el deseo de homenajear a los profesionales de todos los estamentos que han formado parte de esta admirable comunidad de cuidados. Aspiro a que esta refl exión, sobre unos momentos para mí inolvidables, nos ayude a valorar lo que tenemos: la profesionalidad y la grandeza del trabajo en equipo en el cuidado de las personas que sufren. Llevaba tres días encontrándome mal y supe que estaba infectado tras una llamada telefónica que me puso en alerta, porque varios asistentes a nuestra reunión del 4 de marzo de 2020 ya habían dado positivo al test del coronavirus. No se me había pasado por la cabeza. La verdad es que en mi inconsciencia me sentía inmune. Eran los demás quienes podían estar enfermos, y a mí me correspondía cuidarles.
LOS SÍNTOMAS Y MI PARTICULAR TEORÍA FISIOPATOLÓGICA
El “quebrantamiento general” es una expresión magistral de la literatura médica, pero si no lo sufres en tus carnes no tienes ni idea de lo que dices cuando utilizas este término. Te sientes quebrado, aserrado, troceado, aplastado, apaleado…, y, además, con una agitación por el dolor que te impulsa a levantarte, pero entonces te agarra por el cuello la debilidad, que te hunde en la cama como si tuviera varios metros de profundidad... Idioma: Español DOI: 10.20986/medpal.2020.1175/2020 Año: 2020 Publicado en: Medicina Paliativa 27, 3 (2020), 155-156 ISSN: 1134-248X Factor impacto SCIMAGO: 0.163 - Anesthesiology and Pain Medicine (Q4) - Nursing (miscellaneous) (Q4) - Medicine (miscellaneous) (Q4)