Resumen: La artritis séptica se define como un proceso infeccioso localizado en estructuras sinoviales. En équidos es considerada una patología severa y motivo de urgencia, ya que la respuesta inflamatoria a la infección conlleva lesiones irreversibles en el cartílago articular y tejidos adyacentes. En infecciones maduras, es frecuente la formación de un conglomerado fibrinocelular en la cavidad articular llamado pannus, que actúa como foco bacteriano y reservorio de enzimas proteolíticas, protagonistas del proceso degenerativo del cartílago articular. La etiopatogenia más común de estos procesos en caballos adultos son las laceraciones junto a las infecciones iatrogénicas, mientras la diseminación hematógena lo es en potros, como consecuencia de procesos septicémicos. La presencia de efusión sinovial, cojera evidente e inflamación tanto articular como periarticular de la extremidad afectada, constituye el cuadro clínico principal de este proceso. Su diagnóstico primario se fundamenta en la radiología y el análisis laboratorial de líquido sinovial, pudiéndose complementar con otras técnicas tales como el análisis de proteínas de fase aguda, la ecografía o el contraste radiológico. El tratamiento a seguir incluye antibioterapia local y sistémica, unida a lavados artroscópicos y/o intraarticulares. En el pronóstico de esta patología juega un papel esencial la rapidez con la que se realice su diagnóstico y la intensidad del tratamiento, siendo favorable si ambas premisas se ven cumplidas.