TAZ-TFG-2020-3740


The Empowered 21st century witch: Wicca in popular culture as a social revolution.

Usón Álvarez, Alodia
Collado Rodríguez, Francisco (dir.)

Universidad de Zaragoza, FFYL, 2020
Departamento de Filología Inglesa y Alemana, Área de Filología Inglesa

Graduado en Estudios Ingleses

Resumen: La figura de la bruja ha existido en la cultura occidental desde hace siglos y ha tenido una importante presencia en la literatura, el arte y en la religión. Sin embargo, ha sido en las últimas décadas (sobre todo a partir de 2010) cuando ha ganado fuerza en la cultura popular frente al crecimiento de políticas ultraconservadoras y escándalos sociales de carácter sexual que implican a grandes nombres de la sociedad contemporánea.
Es interesante analizar cómo la religión neopagana de la ​Wicca ha jugado un papel fundamental en la revolución social que comenzó en los años 70 y que vivió momentos como la liberación de la mujer, movimientos universitarios, movimientos de descolonización... La Wicca​, aunque existente desde la década de los 50, había vivido casi a la sombra al ser considerada una religión sectaria y esotérica, tachada por muchos como una especie de broma sin fundamento practicada por un grupo minoritario de personas. Sin embargo, el creciente interés a partir de la década de los setenta en dicha práctica ha hecho que antropólogos, críticos y periodistas analicen de cerca las creencias que esta filosofía tiene como base, encontrando una conexión ancestral con la naturaleza y con la idea de comunidad, y que se acerca a teorías como las de los antropólogos James G. Frazer (1854-1941) y Edward Burnett Tylor (1832-1917) sobre la magia como antecesora de la religión y la ciencia como forma para darle significado a un mundo a menudo complejo y difícil.
La omnipresencia e influencia de la bruja como icono de la cultura popular son innegables, y reflejan la obsesión de la sociedad actual con esta figura. Hoy, el símbolo está adquiriendo una nueva resonancia, tanto espiritual (actualmente en Estados Unidos un millón de personas como practicantes) como simbólicamente, ya que las activistas que luchan por la cuestión de género, política (en especial tras las declaraciones de grupos conservadores que acusan a mujeres relevantes de ser brujas en un intento de minusvalorarlas, así como Trump, que usa “caza de brujas” para defenderse y de paso contraatacar ) y sexual ven a la bruja como una declaración de fuerza y empoderamiento.
Escritoras, críticas, cineastas, periodistas artistas y, en definitiva, mujeres corrientes, encuentran en series como ​Sabrina y en películas como ​Me casé con una bruja (1942)​, ​Las brujas de Eastwick (​1987),​ Bewitched​ (2005)​, Suspiria​ (1977)​, Jóvenes Brujas​ (1996)​ o la más reciente The Love Witch (2016), una fuente de inspiración para deconstruir este estereotipo en la cultura, que podríamos comparar curiosamente con la imagen de la feminista que ha existido desde el comienzo del uso de la palabra hace dos siglos.
La bruja, pues, se ha convertido en un símbolo de resistencia política y social.
El propósito de este TFG es analizar cómo la ​Wicca ha jugado y juega un papel fundamental en esta revolución social, cuyo fin no es únicamente hacer suyo el símbolo de la bruja, sino también dotarlo de un nuevo carácter para crear una figura más inclusiva e interseccional.


Tipo de Trabajo Académico: Trabajo Fin de Grado

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