Resumen: Cada vez son más las personas que sufren de la sintomatología característica de la Enfermedad de Ojo Seco (EOS). La EOS está asociada a molestias e inestabilidad en la visión que pueden limitar la actividad personal y profesional del paciente. El principal tratamiento para combatir esos síntomas son las lágrimas artificiales, que, como su nombre indica, intentan complementar la película lagrimal natural. En este trabajo nos hemos centrado en estudiar los componentes requeridos para su elaboración. En el estudio se ha tenido en cuenta los principios de la tribología y reología de la superficie ocular y su relación con la EOS. El sistema tribológico del ojo está compuesto por los párpados, la córnea y la lágrima que actúa como lubricante. La lágrima evita el contacto sólido-sólido y proporciona una fricción muy baja y un desgaste insignificante. En la EOS se produce un adelgazamiento de la lágrima natural lo que ocasiona un aumento de la fricción de las superficies yuxtapuestas y por lo tanto su desgaste. Para mantener una correcta lubricación entre las superficies, la formulación química de las lágrimas artificiales debe cumplir una serie de requisitos en cuanto a su osmolaridad, tensión superficial y viscosidad. El componente principal de las lágrimas artificiales es la base acuosa y se utilizan principios activos y otros componentes que les confieren las características deseadas.