Abstract: El acelerado crecimiento económico y tecnológico de China en las últimas décadas amenaza con desbancar la posición hegemónica de Estados Unidos en el orden internacional. Donald Trump, desde que fuera elegido presidente de EEUU, no ha cesado de imponer aranceles desorbitados a los productos de importación chinos, provocando el inicio de una guerra comercial. China ha respondido con aranceles de represalia sobre productos de importación estadounidenses. La deriva aislacionista que ha tomado Estados Unidos, dada su retirada de numerosos acuerdos multilaterales, apostando así por las relaciones bilaterales, se contrapone a la política de apertura internacional de una China cada vez más propensa al establecimiento de relaciones multilaterales. Tras la incapacidad evidenciada por la Organización Mundial del Comercio para resolver el conflicto, el sistema multilateral de comercio se encuentra sumido en la mayor crisis de su historia. Con todo, las tensiones y hostilidades entre las dos potencias se han impuesto sobre los intentos de negociación y los acercamientos diplomáticos. Las consecuencias económicas y políticas de la presente guerra comercial son inciertas, pero cabe prever que no serán buenas. El mundo acontece al que será uno de los mayores hitos de la historia del siglo XXI, y que determinará con creces la economía global a venir.