Resumen: En este breve trabajo hemos presentado dos ejemplos de cómo leer un problema antiguo. Ambos problemas, sobre todo el primero, pueden resolverse con cierta facilidad utilizando técnicas algebraicas, sin embargo, en ninguno de los dos casos el autor hizo uso de dichas técnicas para su resolución. Es más, en ambos casos la solución dada por el autor se limita a enumerar las operaciones concretas que se deben realizar con los datos concretos del problema para obtener la solución.
La necesidad de considerar detenidamente los problemas estudiados y de buscar los argumentos subyacentes a las soluciones meramente descriptivas que presentaban los autores supone un ejercicio interesante para un docente, ya sea en formación o en ejercicio. Obliga, por ejemplo, a considerar distintos niveles de razonamiento aritmético o algebraico para encontrar soluciones adecuadas desde un punto de vista histórico. También implica la comparación de distintos métodos de resolución, valorando ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
En algunas ocasiones las soluciones originales, pese a tratarse de simples “recetas” son susceptibles de ser generalizadas para ser utilizadas en situaciones más generales. De hecho, algunos investigadores sostienen que ese era uno de los objetivos de los autores al plantear ese tipo de soluciones. De hecho, supone un ejercicio interesante, que podría completar el análisis realizado, platear versiones generales no sólo de los enunciados de los problemas, sino también de los métodos de resolución presentados.
En cualquier caso, pensamos que este tipo de trabajo con textos históricos es interesante para el profesorado y animamos a los lectores a que aborden este tipo de lecturas. Idioma: Español Año: 2018 Publicado en: Suma 88 (2018), 19-26 ISSN: 1130-488X Tipo y forma: Artículo (PostPrint)