Resumen: Nos encontramos, en la mayoría de los casos, ante aulas colmadas de diversidad cultural. ¿Qué hacer ante tal contingencia?; ¿qué actitud como docentes es las más conveniente ante estos casos? Tratar de responder a estas preguntas es el propósito del presente trabajo. Para ello vamos a recurrir a una estrategia decolonial sirviéndonos de dos herramientas filosóficas: Ludwig Wittgenstein y Silvia Rivera Cusicanqui. Efectivamente, tenemos delante nuestro a un pensador y una pensadora alejados en el tiempo y de corrientes filosóficas bien lejanas. Una lejanía que se tornará en cercanía por medio de un elemento que les es común y que, en cambio, articulan de forma diferente: el pensamiento decolonial. Un pensamiento que, creemos, nos lleva a practicar una pedagogía inclusiva y radicalmente democrática. Como decimos, acercaremos posiciones lejanas, buscando siempre dejar espacio a ambas, porque de eso trata precisamente esta investigación: de cómo dar espacio a nuestros lugares comunes llenos de diferencia cultural; espacios que nos son cercanos y lejanos a un mismo tiempo. Es decir, cómo educar aquello que nos es tan diferente y tan parecido, sin acabar dominándolo por medio de un fundamento homogeneizante. A saber, cómo ser docente ante esa alteridad y esas formas de vida tan diversas.