Resumen: A mediados del siglo XIX, muchas ciudades españolas se ampliaron a partir de los planos de ensanche. Ese fue el caso de Pamplona, en donde, en las dos últimas décadas de siglo, se llevó a cabo un Primer Ensanche —cuyo estudio es objeto de este trabajo— que urbanizó, junto a la formación del paseo de Sarasate, la franja de terreno comprendida entre la Ciudadela y la ciudad consolidada de Pamplona, incorporándola a esta y pasando a ser el nuevo centro de la población.