Resumen: La Dictadura de Primo de Rivera es un periodo esencial para comprender los inicios de siglo XX en España. La Dictadura recoge a una población desilusionada con la política y termina creando un fuerte sentimiento republicano en ella, llegando incluso a terminar derrocando al rey. De igual forma, tras el colapso de los sistemas creados artificialmente por la Dictadura, el conservadurismo quedaría desmembrado y sin liderazgo. Este estado de “catatonia política” permitirá a las izquierdas llevar la iniciativa en la década siguiente. Zaragoza, después de haberse visto sacudida por huelgas brutales y desórdenes callejeros, encontrará un equilibrio precario para sus tensiones sociales. De hecho, para la ciudad de Zaragoza, la Dictadura supondrá una pequeña “edad de oro” en la que se embellecerán sus calles y modernizarán sus barrios, tanto viejos como de nueva construcción. Podría decirse que, a costa de perder sus derechos civiles, la sociedad zaragozana obtuvo una cierta modernización en su día a día. Una vía de crítica, en ese contexto de pérdida de libertades, era la crítica enmascarada con humor gráfico. En los numerosos ejemplos que se publicarán en Zaragoza en los diferentes periódicos, se criticarán las deficiencias ciudadanas y los errores políticos. La simbología y los juegos de palabras permitían la interpretación de los dobles mensajes y escapar a la censura. De esta forma, nos encontramos que uno de los principales canales para la disidencia, en un contexto de negación de la libertad de expresión, fue el del humor gráfico.