Resumen: El niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien pensamientos, cien formas de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien formas de escuchar, de sorprender, de amar, cien alegrías para cantar y entender. Loris Malaguzzi En este fragmento del poema del maestro y pedagogo Malaguzzi, quien articuló la filosofía educativa de las escuelas de Reggio Emilia, veo reflejada la maravillosa complejidad que hay detrás de cada niño. Y a su vez, la responsabilidad de los docentes de educación infantil, para contribuir a estimular sus iniciativas, fomentar su participación, desarrollar su autodeterminación y en definitiva, contribuir a su aprendizaje integral. Pero, moviéndonos en escenarios tan heterogéneos, ¿Cómo se podrían potenciar los puntos fuertes de nuestro alumnado y crear un entorno educativo con igualdad de oportunidades? En este sentido, he considerado la organización espacial como un aspecto que desempeña un papel determinante. Por ello, el propósito del siguiente trabajo, es profundizar en estas cuestiones desde un punto de vista teórico. Primero desde un estudio centrado en las principales corrientes pedagógicas a lo largo de la historia, para después investigar y reflexionar sobre diferentes experiencias en la actualidad. En definitiva, conocer más sobre actuaciones que avalen una concepción del espacio como recurso educativo que permita mejorar prácticas inclusivas en las aulas.