Resumen: El proyecto se sitúa en una zona de límite entre la ciudad colmatada y el parque del Ebro, un ambiente natural y cercano a la población. Para remarcar esta condición, toda la parcela se convierte en parque, haciendo que convivan los dos ámbitos. Así, se rellena una gran ladera que albergará las zonas comunes y servicios generales y un volumen elevado que acogerá las unidades habitacionales. De este forma, siendo el edificio muy permeable y traslúcido, los usuarios mantienen su intimidad sin ser privados de las espectaculares vistas ofrecidas por el lugar. Enfatizando la intención de zona verde libre del proyecto, este se organiza de forma circular abrazando a la naturaleza e invitandola a formar parte de cada rincón de la obra. Así, consigo establecer relación con lo vivo y generar un diálogo entre lo natural y lo construido, respetándose el uno al otro. Es por ello que el edificio tendrá dos haces, uno de cara al Parque del Agua muy continuo en las visuales, jugando con materiales como el vidrio y el policarbonato como cerramiento y con unas pantallas moduladas y móviles creando un alzado cambiante, además, es a este lado al que estarán mirando los volúmenes de vivienda, dirección suroeste. En cambio, en el envés que da a la ciudad, esta fachada será muy distinta, ya que las vistas son menos interesantes y cuenta con orientación noreste. De esta forma, aparece una piel metálica muy porosa que envuelve la edificación, permitiendo el paso de luz y aire, formada por aceros que van entrelazándose. En su interior, se encuentran las galerías de acceso y distribución de esos volúmenes habitacionales, las cuales no necesitan de tantos acondicionamientos como los otros. La estructura del edificio combina acero y hormigón, presentando pilares metálicos que se disponen de manera radial, matizando las visuales del paisaje y con una crujía muy medida, la cual origina unos módulos a partir de los cuales se pueden crear fácilmente los apartamentos y las viviendas. Los primeros están concebidos como habitaciones de hotel, en las que descansar en los momentos necesarios y organizadas mediante una caja que engloba el baño y el vestidor. En la planta de la propia vivienda vuelve a aparecer una caja para las zonas húmedas que la distribuye con un recorrido circular en torno a ella. También se plantea una abertura en el tabique que da a la galería de tal manera que sea posible la ventilación en doble sentido. En ambos casos, he optado por este sistema de cajas ya que me permite dividir el espacio obteniendo zonas de mayor y menor privacidad con el menor número de puertas posible, reduciendo los objetos que obstaculicen el paso de sus residentes.