Resumen: El objetivo central de este trabajo es reunir un conocimiento teórico-práctico en forma de decálogo de orientaciones didácticas, que sirvan para diseñar un itinerario que oriente nuestras futuras programaciones curriculares. Para la realización de dicha tarea hemos empleado los conocimientos adquiridos en las diferentes asignaturas del Máster de Formación del Profesorado, que junto a la experiencia alcanzada en los periodos del prácticum y una posterior investigación han permitido centrar nuestro trabajo en cuatro retos, presentes en la tarea de diseñar y coordinar un proceso de enseñanza y aprendizaje en geografía e historia. Los cuatro desafíos que hemos seleccionado para este trabajo son: la educación ciudadana, las metodologías activas en el aprendizaje, el trabajo con fuentes y evidencias, y la evaluación formativa en la enseñanza de las ciencias sociales. Estos retos comparten dos fundamentos claros: los principios de la teoría del aprendizaje constructivista y la intención de transferir, a través del aprendizaje de competencias, los conocimientos y valores adquiridos hacia ámbitos cotidianos. Así mismo, el estudio de estos asuntos posibilita transversalmente la clasificación de otras dificultades que deben ser tratadas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. El primer desafío nos permite atender: la configuración de la idea de identidad, la perspectiva intercultural en la enseñanza, la reflexión de los valores democráticos, el autoconocimiento o la preparación para desarrollar una comunicación interpersonal entre los alumnos y el profesor a partir de la reflexión del análisis social que proporciona el estudio de la geografía y la historia. El siguiente desafío estudia las diferentes teorías de construcción del conocimiento y metodologías con las que llevar a cabo aprendizajes significativos, a partir del trabajo científico de la geografía y la historia, empleando un pensamiento crítico y la resolución de problemas reales. En el tercer apartado observamos el desarrollo del pensamiento histórico y geográfico a través del trabajo con fuentes y evidencias. Y finalmente, concluimos este trabajo con un análisis sobre los desafíos de evaluar un aprendizaje basado en competencias, tanto durante la evaluación formativa como en la evaluación final. De la misma manera, atendemos de manera trasversal, en los apartados dos y cuarto, las metodologías y actuaciones necesarias de atención a los alumnos de apoyo educativo porque es un asunto de prioridad en la formación docente, como hemos podido observar en la práctica y en la consulta de normativas que regulan procedimientos para atender a la diversidad. Para concluir, queremos advertir que aunque la asignatura curricular es geografía e historia, el análisis de las materias debe ser desde la perspectiva de las ciencias sociales. Es por este motivo, que hemos intentado exponer de manera equilibrada en este trabajo ejemplos y singularidades que se encuentran en cada desafío, pero las investigaciones sobre el pensamiento histórico son más abundantes y nos han sido más accesibles.