Resumen: Candanchú es una estación de esquí fundada en 1928 a una cota de 1530 m. Su ubicación responde a la del antiguo hospital-monasterio de Santa Cristina de Somport. Sin embargo, los vestigios históricos son escasos y este pequeño enclave pirenaico dedicado al turismo de nieve podría considerarse una especie de “invento” del siglo XX. La imagen de Candanchú es producto, por un lado de la especulación, y por otro del intento de recrear un pequeño pueblo de montaña. El resultado de esta combinación produce un gran impacto sobre el paisaje y una pérdida de respeto hacia el entorno. En este lugar se propone la construcción de un Centro Deportivo de Alta Montaña, concebido como residencia para deportistas de alto rendimiento pero también como un centro cuyas instalaciones deportivas se ponen al servicio de todos los usuarios de la estación de esquí. El solar donde se actúa se caracteriza por la acusada pendiente y por su situación de límite entre dos edificios preexistentes, cuya implantación en el terreno resulta un tanto “agresiva” con el terreno y con el paisaje. Durante el análisis se realizan una serie de estudios de la topografía mediante sucesivas secciones del terreno del solar, y se deduce la importancia de esa pendiente y del diálogo con las montañas y con el valle. Se propone respetar la topografía y “enmarcar” el terreno. Liberar el plano del suelo de toda implantación revalorizando el espacio intersticial entre este y el edificio. Ese espacio intersticial desde el cual podemos dialogar con el paisaje, con las vistas del valle. Este proyecto de fuerte carga estructural se divide en dos partes: una parte elevada -acoge los usos más privados: las estancias de los deportista-, y otra semienterrada -contiene todos los equipamientos deportivos y tiene un carácter más público-. Entre estos dos cuerpos está el aire, el espacio intersticial desde donde mirar al paisaje.