Resumen: Introducción: La demencia produce una pérdida de la independencia para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, y con frecuencia se acompaña de importantes cambios en la personalidad y el comportamiento del usuario enfermo, conocidos como trastornos conductuales. La gran demanda de cuidados que precisan estas personas recae habitualmente en la familia a través del cuidado informal, que sumada a la presencia de alteraciones conductuales, genera auténticas situaciones de sobrecarga en el cuidador, e incluso la aparición de malos tratos o abusos. Con 46,8 millones de personas afectadas en todo el mundo, según estimaciones realizadas en 2016, la demencia es una de las enfermedades más importantes a nivel global, en la que la edad juega un papel determinante. Es por ello, que el envejecimiento de la población que impera en las sociedades actuales supone un incremento cada vez mayor en la incidencia de esta patología, representando por lo tanto un verdadero problema de salud pública, con importantes repercusiones sociales y económicas. En España la prevalencia de esta enfermedad se sitúa entre el 4% y el 16% en personas mayores de 65 años, sin embargo el total de personas en las que repercute es incalculable. Objetivo: Analizar si la manifestación de trastornos de conducta por parte de las personas con demencia, está relacionada con la presencia de sobrecarga en el cuidador principal informal. Metodología: Se incluyeron 33 cuidadores informales de usuarios con demencia pertenecientes a la Zona Básica de Salud del Centro de Salud de Casetas. Se evaluó la sobrecarga del cuidador (Escala de Zarit), el riesgo de maltrato (Escala CASE), y el estado funcional del usuario con demencia (Escala FAST), así como la presencia de alteraciones o trastornos en la conducta manifestados por la persona con demencia. Resultados: Se identificó que la presencia de trastornos conductuales en los usuarios con demencia, estuvieron relacionados con el incremento tanto de la sobrecarga del cuidador principal(excepto las conductas de pasividad y vocalizaciones repetidas) como del riesgo de manifestar conductas de malos tratos hacia la persona cuidada (excepto las conductas de pasividad, apatía y vocalizaciones repetidas), apareciendo estas condiciones con mayor frecuencia durante los estadios intermedios de la demencia. Conclusión: La aparición de sobrecarga en el cuidador principal y el riesgo de malos tratos, parecen estar más vinculados a la presencia de alteraciones o manifestaciones conductuales en los usuarios con demencia, que a la propia situación de dependencia y deterioro cognitivo que genera el avance de la enfermedad.