Resumen: Las lesiones a nivel traqueal en la especie ovina han existido desde siempre, como en cualquier otra especie, sin embargo, no se ha encontrado bibliografía alguna que facilitara algún dato sobre prevalencias de lesiones traqueales en el ganado ovino, tipo de lesión, localización más habitual y factores predisponentes que pudieran facilitar su aparición. El trabajo, del día a día, como profesionales veterinarios responsables de asociaciones de defensas sanitarias ganaderas, nos ha permitido detectar una gran cantidad de lesiones traqueales en nuestros rebaños. Esto nos hizo pensar que aunque estas alteraciones, a este nivel del sistema respiratorio, no parecen ser un factor que influya de manera significativa en la productividad de las explotaciones, sí pueden repercutir directamente en el bienestar del sujeto. Así pues, en el presente estudio nos propusimos ahondar en el conocimiento de esta patología desde distintas perspectivas, tratando de obtener la mayor cantidad posible de información que nos ayudase a entender esta patología, su incidencia y patogenia. El trabajo se planteó con la finalidad de conocer la prevalencia de lesiones traqueales en el ganado ovino procedente de explotaciones comerciales, así como el perfil de la lesión e investigar los factores que pudieran influir en la aparición de este tipo de patología. El trabajo se llevó a cabo en dos vertientes. Por un lado, se realizó la inspección por palpación de las tráqueas de la totalidad de animales de 41 granjas de las provincias de Huesca y Zaragoza, que son un total de 17.245 animales. Por otro lado, se tomaron 35 tráqueas sin alteración aparente a partir de animales de necropsias de distintas edades, dividiendo cada una en tres secciones. Cada una de esas secciones, se sometió a fuerzas de compresión gracias a una máquina especializada para tal fin en el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza. La prevalencia media individual de lesiones traqueales en los animales de los rebaños fue del 12%, y la prevalencia colectiva fue del 100%. El perfil lesional, tras la exploración en campo, se caracterizó por una lesión localizada preferentemente en la zona media de la tráquea seguida por la zona denominada mixta y la zona posterior. En la zona mixta englobamos las lesiones que afectan a más de una zona a la vez en el mismo animal. El tipo de lesión más habitual, que podemos calificarlo como la extensión que alcanza la lesión y por ende la gravedad, fue el caracterizado por la lesión de dos anillos consecutivos seguido de cerca por la afección de 3-4 anillos. El factor directo que más influyó en la aparición de patologías traqueales fue la edad, que conforme aumenta, se incrementa la presencia de lesión. Se hizo visible el aumento de la incidencia de afecciones traqueales a partir de los siete años, y mucho más notable a partir de los diez años. Por otro lado, también influyeron otros factores intrínsecos a la explotación, como es el modelo de desvieje de los animales llevado a cabo por el profesional de la explotación y la forma de alimentar al ganado en estabulación. Los animales alimentados a base de ensilados, bien en forma de bolas o mediante carro mezclador, y los que se benefician de subproductos húmedos, presentaron menos lesiones traqueales. Del mismo modo, se detectaron prevalencias más bajas en cuanto a alteraciones a nivel traqueal en aquellas ganaderías en las que se llevaba a cabo la desinfección frecuente de las instalaciones de la explotación y del agua de bebida. Gracias a las encuestas epidemiológicas que se llevaron a cabo en todas las ganaderías que participaron en el estudio, pudimos asignar unas valoraciones a cada una de ellas, y de este modo establecer dos categorías de explotaciones definiéndolas como cualificadas y poco cualificadas, donde las prevalencias superiores de lesiones traqueales se obtuvieron en las explotaciones clasificadas como poco cualificadas. El estudio realizado en el laboratorio de ingeniería, que ha consistido en someter a distintos fragmentos de tráqueas a fuerzas de compresión para conocer su resistencia, ha dado como resultado que las mayores fuerzas que se han tenido que aplicar para llegar a la mitad del calibre de la tráquea han sido en el grupo de los animales de nueve años o más. Esto es debido a la mayor rigidez que va alcanzando la estructura traqueal con el paso de los años. También se ha visto que las tráqueas que han sufrido roturas de sus anillos durante el ensayo, formaban parte del grupo de los animales más viejos, ovejas de nueve años o más.