Resumen: Los síndromes de Horner y Key-Gaskell (disautonomía) son dos alteraciones neurooftalmológicas que aparecen como consecuencia de una alteración en el sistema nervioso autónomo. Su incidencia es muy diferente; el síndrome de Horner es relativamente frecuente, pero el síndrome de Key-Gaskell tiene una incidencia muy baja y localizada. Ambas patologías tienen signos clínicos oftalmológicos característicos acompañados de muchos otros que se podrían denominar como inespecíficos. Una exploración exhaustiva del paciente, acompañada de otras pruebas diagnósticas básicas como un estudio analítico, puede ser suficiente para llegar a un diagnóstico presuntivo. Posteriormente, se pueden realizar pruebas de diagnóstico más avanzadas con el fin de conocer la causa subyacente. La bibliografía revisada confirma que no existe tratamiento específico para ninguno de los dos síndromes. A pesar de ello, los pronósticos son muy diferentes si se comparan. Los pacientes con síndrome de Horner suelen tener buen pronóstico y la resolución suele ser espontánea, mientras que la disautonomía es una enfermedad con muy mal pronóstico.